El año pasado Leticia Barrera publicó en formato apto para todo publico su tesis, La Corte Suprema en escena. Una etnografía del Mundo Judicial
a través de Siglo Veintiuno editores.
Las etnografías puestas sobre las burocracias y en especial
sobre el poder judicial, son problemas que nos interesan y llaman la atención.
El libro recorre la experiencia de la autora para realizar
su tesis doctoral dentro del ámbito de la Corte Suprema y como su pedido de
autorización para realizar esta investigación deriva en un expediente
administrativo dentro de la Corte.
El resultado judicial lo dejaremos para el que lea el libro,
porque no le vamos a quitar ese suspenso.
El libro puede resultar de interés para los que no conocen
el movimiento ni la estructura de ese
mundo que suele estar alejado de la sociedad y que por ahí solo se visibiliza a
través de sus jueces quienes como quedará claro en el trabajo no son los únicos
operadores en las decisiones.
Para los que se mueven de manera ordinaria u ocasional por
esos pasillos, esta etnografía no les presentará nada nuevo en términos de
conocimiento, pero en más de algún pasaje le dibujará alguna sonrisa en el
rostro, el mal de muchos consuelo de tontos, no deja de ser un buen recurso
identitario.
La autora tuvo el privilegio y lo relata en esta
investigación de participar de las audiencias públicas en el marco de la causa
Matanza Riachuelo, las cual desarrolla desde la perspectiva de esta necesidad
de legitimación de la Corte y como a pesar de herramientas novedosas quedan
ancladas en viejas prácticas de la burocracia. Abordar esta experiencia novedosa, en el marco de la reciente audiencia de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, aporta una mirada a los fines de entender de lo que sucedió recientemente en estas audiencias.
Por su parte, la obra puede servir a aquellos que están
sufriendo con sus tesis, pensando en lo novedoso, “en el aporte a la ciencia”,
cuando lo que importa es la perspectiva del autor/a, como en este libro.
Como pequeña crítica sobre el libro (tal vez se encuentre en
la tesis y por cuestiones de recorte para el libro quedó afuera, no lo
sabemos), decimos que nos quedamos con las ganas de que esta etnografía haya
puesto alguna mirada sobre ordenanzas, ascensoristas que tiene el staff de la
Corte quienes para determinadas prácticas pueden tener un poder similar o mayor
que un Secretario Letrado.
Aprovechamos la oportunidad para dar un consejo de práctica
diaria de tribunales gratis, podes pelearte con un secretario, con un juez,
pero jamás con un ascensorista u ordenanza.
Insistimos con que tenemos debilidad por las etnografías, siempre nos resultan amenas en el estilo literario sencillo y directo, sin que ello implique que le falte
profundidad en el análisis, para los entrenados en lecturas vinculadas al mundo
aburridísimo del derecho no acostumbrados a este tipo de estilo, aquí tendrán
una buena experiencia de que se puede escribir en ciencias sociales de forma más
cercana, sin perder rigurosidad.
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